Un aislamiento correcto en un edificio posibilita una mejor conservación del calor dentro del inmueble en verano y el frío fuera en invierno. Este correcto aislamiento nos permite mantener una temperatura más estable, por lo que se gastará menos en la calefacción necesaria para mantener una temperatura correcta, lo cual conseguirá que reduzcamos las facturas de electricidad y gas natural. Para mucha gente hasta ahí llega el conocimiento que poseen sobre el aislamiento de edificios.
En relación con la estrategia europea cuyo objetivo era reducir el consumo de energía primario anual en un 20% para 2020, se han desarrollado azulejos cuya eficiencia es mayor a la de los azulejos cerámicos y que poseen gran cantidad de diseños. Estos nuevos azulejos están fabricados con bioplásticos, los cuales están compuestos por ácido poliláctico (PLA) y son cada vez más resistentes al calor.
Los azulejos, un producto biológico
Este tipo de azulejos están compuestos de una mezcla epoxi de aceite de linaza, diferentes fibras naturales y una tierra de diatomeas, un material procedente de diatomeas fosilizadas.
Los azulejos ecológicos, no solo los comentados con anterioridad, son mucho más respetuosos con el medio ambiente (menos gases de efecto invernadero), más ligeros y, en función de las propiedades de los materiales empleados en su fabricación y las del propio proceso de fabricación, más eficientes desde el punto de vista de los recursos y la energía que los materiales cerámicos convencionales.
También permiten además adoptar nuevos enfoques arquitectónicos. Se les puede dotar de color y formas a voluntad. Otra de sus ventajas es que se les pueden añadir pigmentos fluorescentes a la mezcla, generando azulejos emisores de luz. Este tipo de azulejos se pueden usar en interior y exterior, creando una guía iluminada en suelos y muros.
Todo tipo de azulejos se puede instalar en cocinas y baños y usarse para alicatar suelos. No solo permiten un aislamiento térmico, sino que también permiten un aislamiento acústico.
Azulejos de cerámica para ahorrar energía
Si bien los azulejos de los que hemos hablado con anterioridad son más eficientes, lo cierto es que aún falta para que se desarrollen completamente. Sin embargo, los azulejos de cerámica ya permiten ahorrar energía, como te contamos a continuación.
- La cerámica es un producto natural, por lo que es muy respetuoso con el medio ambiente. Además, la fabricación de azulejos de cerámica cada vez es más sostenible. Por un lado, las fábricas suelen estar cerca de las fuentes de materia prima para minimizar los desplazamientos. Por otro lado, los procesos se ajustan a los exigentes estándares europeos, cuyo objetivo es reducir la contaminación.
- La masa térmica de los azulejos suaviza el calentamiento y enfriamiento, de modo que su instalación en el hogar aumenta el aislamiento térmico del hogar.
- Posee una gran resistencia y es un material que no necesita apenas cuidados. Se limpia sólo con agua, lo que supone un ahorro de tiempo, dinero y exposición a productos químicos dañinos. De ahí que sea muy recomendable en las cocinas y piscinas.